Sí, puedo ser un objeto sexual o lo que sea

Como las feministas de hace varias décadas, habemos ahora travestis exigiendo ser reconocidas como personas capaces de ser más.
Quiero ser exacerbadamente y trascender las barreras de los arquetipos que me dictan que si soy travesti debo ser estilista, actriz de revista o sexoservidora porque así la democracia (esa masa terrible que dicta todo) lo dicta.
En definitiva no puedo negar que el ser travesti implica una carga sexual importante y tiene connotaciones sexuales muy pesadas, si jamás he negado mi capacidad de ser sensual , sexy, femenina o grotesca ni mucho menos aún mi posibiliad de ser un objeto sexual, pero yo lo que deseo es el ser exacerbadamente.... ¡que para todo hay tiempo vaya!
Y qué si algún día de estos me inclino por la poesía y escribo al aire mi sentir
O qué tal si otro día decido hacer un baile con la estética y hago arte
Porque en otra ocasión pudiera mi voluntad llevarme lejos entre los recónditos recovecos de la física o la matemática y ese día sería una travesti científica.
En fin, vaya, que si soy travesti es sólo una extensión anímica de mi estado personal y así como este estado particular tengo muchos otros estados que me caracterizan y exijo entonces ser tratada como este cúmulo pesado de partes configurativas de mi yo

La primera

 Pues bien, esta es mi primera entrada en lo que planeo sea un blog de opinión en donde iré virtiendo mi manera de pensar respecto al sentir travesti desde una perspectiva subjetiva pero no excluyente, al contrario; justamente por eso invito a todos los lectores que -accidental o volitivamente- hayan caído en este blog a opinar, participar, odiarme o amarme, olvidarme o seguirme; pero nunca quedarse indiferentes ante las cuestiones que vaya comentando.
Un punto importante a tomar en cuenta es que no planeo subir material pornográfico por ningún motivo, este espacio lo usaré para EXPRESARME, no para venderme. Si lo que buscas, amable lector es sexo, conmigo no lo encontrarás.
Lo que aquí leerás es una travesti pensante, delirante, fantasiosa, inteligente y que busca la reivindicación de la figura travesti para insertarse en la sociedad y apartarse de la figura risible y nula que el cliché repite por todos lados.
Este es, pues, un bastión de lucha en la que mi mejor arma es el teclado y mi cerebro, así que ya sabes amable lector: soy orgullosamente una peligrosa travesti al teclado...

Oh! por cierto: la de la foto soy yo (mejor especificar pues)